Sunday, February 25, 2007

Con los topes topamos Sancho.

Para combatir la contaminación en el Distrito Federal, hace como 25 años el Ing. Heberto Castillo (me pongo de pié) hombre íntegro, pieza fundamental en la formación de los partidos de izquierda e inventor de la tridilosa, propuso la construcción de enormes ventiladores en la parte superior de los edificios mas altos de aquella capital, que como remolinos artificiales succionarían el aire viciado lanzandolo fuera de la olla que forman los cerros que la rodean.
Como complemento habia que desaparecer totalmente un cerro (no me acuerdo cual) para lograr la entrada a la zona descontaminada de aire limpio y fresco.
Si tomamos en cuenta la construcción del tunel transcontinental que une a Francia con Inglaterra a través del Canal de la Mancha, los enormes puentes en Japón, la construcción de la presa de las siete lunas en China y otras obras monumentales en el mundo, la proposición del Inge Heberto era como hacer una casita con palitos de paleta. Pero....

Pero estamos en México mi buen.

¿Poner ventiladorsotes en las azoteas? Ya...
¿Quitar un cerro? ¿Todo,todo? ¿Apoco se puede? ¿Y cuanto va a costar eso? ¿Y cuanto va a durar toda esa trabajada? Uuuhhh no, no, no....
es una locura del Ingeniero alborotador ese, no, no, no.

¡Ira ya sé! Mejor inventamos la verificación y el no circula, asi hacemos como que estamos haciendo algo para combatir la contaminación y de pasada sacamos una buena feria ¿Como la ves?.

En Guadalajara salieron más trinchones.
Para acabar (así, de plano) con la contaminación aqui en Miravalle la zona recientemente declarada de ALTA FRAGILIDAD AMBIENTAL (Ajuuúa)se exprimieron la mollera los genios del urbanismo y llegaron a la sapientísima conclusión de que los causantes de tanto despelote en el aire eran, eran....¡LOS TOPES! Asi pues los quitaron. Pero lo que desapareció fué la medición que se hacía durante el dia de los niveles de aire sucio. Ya no se vé ni se oye a cuantos IMECAS andamos.
Los topes se fueron, los informes IMECAS tambien, pero la tos, el lagrimeo, la bronquitis, los dolores de cabeza y mareos siguen aqui. Como dijo aquel "Los muertos que vos matais, gozan de buena salud".

Pero en otros tiempos la contaminación era motivo poético. La canción "La casita" dice en una de sus partes: "Y se hace polvito el sol" .
(Partículas suspendidas)
Otra dice:"La humareda de mi jacalito, ya se extiende por todo el trigal"
(Smog)

Es que entonces no eramos muchos y no había parido la abuela.

Don Isra..

Sunday, February 11, 2007

Quedó como cedazo.

Esto es rigurosamente cierto.Lo conozco desde que era yo chícharo y él uno de los mejores telegrafistas en la planta de Guadalajara. Era (y espero que siga siendo) muy atildado, muy cuidadoso de su vestimenta por lo que se ganó el mote de "Fabiola".
Se casó con la "Seño Lety" maestra en la escuela primaria de Ameca y hermana de Gilberto Guerra otro telegrafista de los llamados "espadas" por su destreza para transmitir y recibir en morse.Eran pues compañeros en la misma oficina y grandes amigos.

A Gilberto que fué un destacado pintor que llego a exponer su obra en distintos foros, en las páginas centrales de la revista "Siempre", y en los noticieros que en ese tiempo se proyectaban en el intermedio de las películas en los cines, le gustaba la cacería y en una de esas invitó a Samuel (que tal era su nombre) a ir a la "tirada" por los cerros de Ameca y fué ahí que "Fabiola" conoció a Lety y su relación terminó en matrimonio.

Bromeaba después Gilberto; "No hombre, de haber sabido que este tal por cual, me iba a volar una hermana de tarugo lo invito".

Con el tiempo Samuel se fué de Administrador a Encarnación de Díaz, Lety consiguió su cambio también y se establecieron definitivamente en La Chona.

Un mediodía que estaba Samuel echándose el aperitivo en un local a donde acostumbraban reunirse el compa del correo, el delegado de hacienda, el "recaudador" y otros llegó un entejanado que con aires de perdonavidas comenzó a lanzar puyas a los "empleaditos guevones que todo el día se la pasan sentados y no saben lo que es el trabajo".

Los otros se hicieron disimulados, pero Samuel era de pocas pulgas y se levantó a reclamarle al bravucón. Sin más ni más el otro sacó una 45 y le vació los nueve tiros.

Quince agujeros tenía Samuel. Los nueve de entrada por el frente y seis de salida por la espalda.
Estuvo gravísimo por varios días en Aguascalientes . Como dos o tres meses duró su recuperación pero salió vivo. Increíble, pero absolutamente cierto.

El año siguiente y a invitación expresa fuí a La Chona a celebrar allá con los compañeros el "Día del Telegrafista". Ahí estaba ya Samuelón totalmente recuperado con sus quince agujeros como testigos de aquel milagro. Unicamente le quedó algo de inmovilidad en la mano izquierda porque una de las balas le destrozó el hombro..

-Pero que le hace mi hermano, si con la que se agarra la botella es con la derecha ¡¡Salud!!

Don Isra..

Saturday, February 10, 2007

Don Cuentin.

Se llamaba Quintín, Quintín Velázquez y era el Administrador de Telégrafos en Coalcomán Mich. allá por el mil novecientos ochenta y tantos.
Nació allí cerquita en el pueblito entonces llamado Chinicuila y ahora Villa Victoria y era famoso en toda la región por sus ocurrencias y sus bromas que le granjeaban no pocas enemistades y muchas pero muchas mentadas de madre.
Era ágil de mente y aprovechaba cualquier situación para armar sus travesuras las que disfrutaba a plenitud con sonoras carcajadas que hacían trepidar su pancita.

Un día vendió la oficina de Telégrafos.

-Oye Quintín, pos tienes buen negocito aquí. Ira, nomás en el ratito que estoy aquí te han caído clientes que los cien, que los cincuenta (eran usuarios que iban a depositar giros a otras ciudades) ¿Pos como cuanto le sacas al día tú?-
El que esto preguntaba era un tal Don Amador, señor cincuentón, vecino del lugar pero recién llegado del norte del que se decía que le había ido muy bien y que quería poner un negocito para ya no tener que irse.

Hacerle una pregunta asi a Don Quintín era mortal de necesidad.

-No, pos como en todo, hay días buenos y días malos, pero vamosle poniendo quinientos de promedio....
-¡Adió!
-Si tú Amador, pero la mera verdá ya estoy muy cansado.Ya voy pa´ los veintitantos años aquí y pos ya el cuerpo no es el mismo, ya me cuesta trabajo seguirle entendiendo al ruidito este. Si no fuera aquí por los muchachos (el telegrafista y el mensajero, que conociendo a Don Quintín le hacían segunda) ya hubiera aventado el arpa tú Amador....
-¿Y luego, que no lo puedes rentar o vender?.
-No pos si tú Amador, lo andaba tratando con un señor de Colima, pero pos ya no ha venido ni ha dicho nada...
¡Adió! ¿Y en cuanto se lo pusiste?.
-Lo que yo quiero es ya dejarme de esto tú Amador, se lo puse barato, en quince mil pesos.
-¿Quince mil? ¿Y por ese dinero que entregas?
-Todo, todo tú Amador. Lo que miras aquí. Aparatos, máquinas, papelería,muebles, todo pues...
-A ver, a ver. Pero si el que lo quiera comprar no le entiende al ruidito como tú, entonces que?
-No te estoy diciendo tú Amador, se queda todo, todo se queda, también los muchachos. Ellos ya le entienden bien al negocio ¿Verdad Toño, verdad Juan de Dios?.
-Seguro Jefe, ya sabe...

¿Quince mil dijiste? Perame tantito, orita vengo...

-¡¡Señor Cura, señor Cura, de los centavos que le dí a guardar empresteme quince mil, pá un negocio que se me proporciona orita!!!

-¿Quince mil? ¿Pues que negocio es ese tan caro Amador?

-No señor Cura no stá caro. Fíjese que ora sí agarré horcado a Quintín. Me va a vender los telégrafos con todo y todo por esos centavos. ¿Como vé?

-¡Ay Amador..¡¡Como eres pendejo!!

Don Isra...