Sunday, June 26, 2005

Ese oficio no me gusta, matarili rili ron.

Fué en Tepames un pueblecillo entre Pihuamo Jalisco y Colima. Fuí a darle vacaciones al administrador, pero con la encomienda de reportarlo al hacer la entrega, pues el Superintendente (ahora Gerente Estatal) tenía informes ciertos de que había un faltante en la caja.

Como era de esperarse no le habían comunicado que saldría de vacaciones para pillarlo in fraganti.
Llegué como siempre a las nueve, me presenté, le mostré mi oficio de comisión donde le ordenaban que me entregara la oficicina y saliera de vacaciones.
Era un hombre joven bajito,delgado, más bien pálido y por la puerta que comunicaba a la oficina con su casa pude ver a su esposa mirándonos con las manos apretadas y a dos chiquillos un niño y una niña almorzando en una mesita de cuatro sillas.

-Pase, pase- me dijo nervioso dándome la mano,. ahorita hacemos la entrega-recepción y dirigió una mirada de angustia a su señora.

Fué hacia la caja fuerte, pues lo primero que se hacía era contar el dinero que debía estar completo de acuerdo con el corte de caja del día anterior, ya después venían los trámites administrativos. Se dilataba en abrirla......

-Mi compa Julito- le dije poniéndole una mano en el hombro, yo no soy auditor ni inspector ni nada, nomás soy administrador ambulante -¿le falta mucho? No, no, son como trescientos pesos (de aquellos) nomás...
¿Los puede conseguir en unos dos o tres días mientras me toreo al Superintendente?
¡Si, si, pasado mañana los tengo sin falta, de veras!
-Entonces como dicen en Oaxaca: ¿Cual es la problema? vámonos a firmar las actas...

Fuimos y somos muy buenos y contestados amigos,con dos que tres parrandas incluídas durante mi estancia, pues me tocaron las fiestas del pueblo

Y el superintendente se ponchó abanicando el tercero.

Don Isra..

1 comment:

Anonymous said...

el ùltimo de sus titulos me parecio muy padre, felicidades por sus ocurrencias.