Me encanta Juan Rulfo. Dice que hay que escribir como se habla y no hablar como se escribe. Y es que en mi andanzas, conoci los lugares donde ubica su imaginaria Comala. Vivi en Tonaya, en San Gabriel en Sayula y en El Limon, convivi con sus gentes y platique con sus viejitos.
Nos sentabamos en la plaza de Tonaya mi padrino (adoptivo; el me adopto) Don Pillo, un hombre realmente feo, moreno, con cicatrices de viruela en la cara, calvo y chaparron, regordete viudo pero muy enamorado pese a sus sesenta y tantos años.
Me decia:Mire ahijao, ¿ve aquellos almendros? Si Nino -le contestaba yo- Ah pos ahi merito, los hermanos Michel y yo compusimos "Luna de Octubre" ¿Si la ha oido? ¡Como no padrino! Ah pos ahi fue...
Y no tengo el menor inconveniente en creerle, pues musico era y tocaba el cello. Luego platicare de un baile que organizo con el como unico musico.
Se me acabo el espacio. Necesito mas...
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