Wednesday, March 02, 2005

Para espantar la soledad

Me hice cargo de la oficina de telegrafos en el invierno de 1980, era Dos Aguas en Michoacan.Ya para entonces pintaba para pueblo fantasma, la mitad de las casas de madera, estaban solas.
Habia sido un centro maderero de una compañia española, que quien sabe porque un buen dia simplemente se fue.
Toda la maquinaria estaba abandonada, incluida la planta generadora de energia, asi que no habia luz, el telegrafo funcionaba con baterias.
Esta en la punta de la sierra, por un lado esta Aguililla, por el otro Coalcoman, el frio es inclemente.
A las seis de la tarde bajaba una especie de niebla helada y la oscuridad cubria aquel villorio.
Era entonces que se oia el tristisimo canto-lamento de un tullido que sentado en la puerta de una de las casitas mas lejanas, trataba de espantar la soledad.
Que cosas...
¿Todavia existira Dos Aguas? Lo dudo...
¿Todavia vivira el tullido? Ojala...


Don Isra.

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